En la espera del cónclave: la iglesia católica entra en “Sede Vacante”
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En la espera del cónclave: la iglesia católica entra en “Sede Vacante”

Luego del anuncio del fallecimiento del Papa Francisco este lunes 21 de abril, la iglesia debe, además de preparar las honras fúnebres del Sumo Pontífice, convocar al cónclave para elegir al nuevo jefe supremo de la iglesia católica. Mientras esto sucede, se entra en “Sede Vacante” que es el período de transición entre la muerte de un pontífice y la elección de su sucesor convocado por el Colegio Cardenalicio.
El proceso conocido como cónclave se ejecuta tras la renuncia o fallecimiento de un papa y consiste en que los cardenales de distintos países del mundo deben reunirse en El Vaticano a puerta cerrada para elegir al sucesor. Son 252 cardenales que se espera lleguen a El Vaticano para debatir quien podría asumir el rol de Sumo Pontífice, pero de ellos solo los menores de 80 años pueden votar, es decir 138 cardenales.
La elección se realiza en la Capilla Sixtina y durante el tiempo de este proceso, que incluso puede llegar a ser semanas o meses, los cardenales no pueden tener comunicación con el exterior. Cada jornada inicia con una misa y continúa en procesión con oraciones cantadas en las que piden la ayuda del Espíritu Santo hasta llegar a la capilla para la elección.
Cada cardenal votante tiene una papeleta donde escribe el nombre de la persona que desea que se convierta en el papa. La papeleta se dobla en vertical y lo alza para que todos lo vean. Uno por uno, se dirige hacia al altar y deposita el voto en la urna, el voto debe ser secreto.
En el proceso de escrutinio tres de ellos revisan la votación y tres de ellos la escrituran. Uno de los cardenales debe obtener dos tercios de los votos, es decir 92, para convertirse en el Sumo Pontífice. Una vez se hayan leído los votos totales se expulsa al exterior una fumata negra o blanca que anuncia respectivamente una votación fallida o la elección de un candidato que ha alcanzado los dos tercios necesarios.