Irregularidades en el programa “Computadores para Educar” durante el gobierno anterior

Una investigación de La Silla Vacía ha revelado graves irregularidades en el programa “Computadores para Educar”, que, entre 2021 y 2022, contrató la dotación de 2.452 laboratorios de robótica para colegios públicos de todo el país. La noticia deja en evidencia un esquema de sobreprecios, adiciones ilegales e incumplimientos de contrato, todos ellos vinculados directamente con el gobierno del expresidente Iván Duque.
Según la investigación realizada por La Silla Vacía, durante el gobierno de Duque se firmaron contratos millonarios con organizaciones internacionales como la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y el Comité Internacional para el Desarrollo de los Pueblos (CISP). Estos acuerdos permitieron que se desviaran cientos de millones de pesos de los recursos destinados a la educación pública, sin que se cumplieran las promesas de entrega de equipos y capacitación en los colegios. De hecho, el programa terminó inflando los costos de las “donaciones” y favoreciendo a empresas privadas a través de subcontrataciones que escapan al control público.
En particular, el programa mostró una alarmante falta de transparencia. La investigación revela que, bajo el gobierno de Duque, las adiciones al presupuesto inicial fueron exorbitantes, pasando de $16 mil millones a $42 millones con la OEI, y de $14 mil millones a $170 mil millones con CISP, sin justificación adecuada. A pesar de que el gobierno de Duque había estipulado que las organizaciones internacionales deberían hacer aportes sustanciales en especie, en la práctica, la mayoría de estos recursos fueron aportados por empresas privadas como E-Training, que ejecutaron gran parte de los fondos públicos sin supervisión adecuada.
Lo más preocupante es que, aunque el programa se presentó como una iniciativa para modernizar la educación pública, los laboratorios nunca fueron instalados a tiempo y en muchos casos, los equipos llegaron dañados o incompletos. De acuerdo con testimonios de rectores y profesores consultados por La Silla Vacía, en varios colegios de Bogotá, Bucaramanga y otras regiones, los equipos llegaron tarde o nunca fueron reparados cuando fallaron, a pesar de las garantías ofrecidas.
Lo que está claro en la investigación es que estas irregularidades ocurrieron bajo la gestión de Iván Duque, quien también designó a Alejandro Linero de Cambil, exdirector de Computadores para Educar, una figura clave en la firma de estos contratos.
En este contexto, el gobierno de Petro no tiene responsabilidad en los contratos ni en los desajustes económicos que arrastra el programa desde el gobierno de Duque. De hecho, en cuanto Petro asumió la presidencia, se ordenaron auditorías y se comenzó a hacer un seguimiento más riguroso a estos contratos, evidenciando las deficiencias y actuando para esclarecer las irregularidades del pasado.
“Duque es amigo de Miguel Linero de Cambil, hermano mayor de Alejandro Linero, y desde hace 20 años notario 39 de Bogotá. Según explicó a La Silla Vacía el notario Linero, él fue quien recomendó a su hermano Alejandro para que ocupara algún cargo en el gobierno del expresidente Duque.” Así se lee en la investigación publicada por La Silla Vacía en su página web (www.lasillavacia.com).
Las irregularidades en “Computadores para Educar” son un claro ejemplo de cómo la corrupción se gestó bajo el gobierno de Iván Duque, a través de un modelo de contratación que favoreció a actores privados y desvió recursos públicos. El gobierno de Gustavo Petro, al asumir la presidencia, ha heredado este problema y trabaja en esclarecer la situación y tomar las medidas necesarias para corregir las fallas estructurales del programa. Felipe Olaya Arias, el nuevo director ejecutivo, tras su llegada en febrero de 2024, encontró inconsistencias e irregularidades por lo cual ordenó auditorías e interpuso denuncias ante la Contraloría General de la Republica, la Procuraduría y la Fiscalía, quienes actualmente adelantas investigaciones.