El deshielo acelera una nueva amenaza: volcanes inactivos podrían reactivarse y alterar el equilibrio del planeta
El deshielo acelera una nueva amenaza: volcanes inactivos podrían reactivarse y alterar el equilibrio del planeta
Una reciente investigación presentada en la conferencia de la Asociación Europea de Geoquímica en Praga ha encendido las alarmas de la comunidad científica internacional. El estudio señala que el retroceso de los glaciares, acelerado por el cambio climático, podría reactivar cientos de volcanes inactivos alrededor del mundo, particularmente en regiones como la Antártida, los Andes y otras zonas glaciadas.
El trabajo, liderado por el geólogo Pablo Moreno-Yaeger de la Universidad de Wisconsin-Madison, analizó seis volcanes del sur de Chile, entre ellos el Mocho-Choshuenco, actualmente inactivo. A través de técnicas de datación por argón y análisis de cristales volcánicos, los investigadores reconstruyeron el historial eruptivo de estos sistemas y concluyeron que el peso de las capas de hielo actúa como un freno natural que limita la actividad explosiva del magma.
Con el derretimiento de estos glaciares, ese freno desaparece, alterando la presión sobre la corteza terrestre y facilitando una expansión de los gases subterráneos, lo que podría derivar en erupciones más violentas y frecuentes. El fenómeno ya se observó al final de la última glaciación, hace más de 18.000 años, cuando una serie de erupciones extremadamente explosivas se produjo tras el deshielo abrupto.
Moreno-Yaeger explicó que “los glaciares tienden a rebajar el volumen de las erupciones volcánicas que hay bajo los mismos, pero a medida que retroceden debido al cambio climático, nuestro estudio indica que estos volcanes entran en erupción con mayor frecuencia y de forma más explosiva”.
Aunque los cambios en los sistemas magmáticos pueden tomar siglos, la respuesta volcánica al deshielo puede ser casi inmediata en términos geológicos. Esto representa una amenaza no solo para la estabilidad de ecosistemas y asentamientos humanos cercanos, sino también para el equilibrio climático global.
Si bien las grandes erupciones pueden provocar un enfriamiento temporal del planeta al liberar aerosoles a la atmósfera, como ocurrió con el monte Pinatubo en 1991, una serie sostenida de eventos volcánicos podría incrementar los niveles de gases de efecto invernadero, generando un efecto contrario.
Los investigadores advierten sobre un posible círculo vicioso: el calentamiento global acelera el deshielo, lo que a su vez provoca erupciones volcánicas que podrían intensificar el cambio climático. Un fenómeno de retroalimentación que, según los expertos, debe ser vigilado de forma urgente a través de sistemas de monitoreo volcánico y climático integrados.
Esta advertencia científica pone en evidencia cómo la crisis climática no solo afecta lo que vemos en la superficie del planeta, sino que también puede despertar peligros ocultos bajo nuestros pies.
Fotografía tomada de: Getty Images





