Joven australiano de 21 años sufrió graves lesiones tras lanzarse desde 42,5 metros por intentar romper un récord mundial

El joven influencer australiano Vali Graham, de 21 años, sufrió un grave accidente al intentar batir el récord mundial de dødsing —también conocido como “death dive”— con un salto de 42,5 metros desde las cataratas Minnehaha en Nueva Gales del Sur. El impactante momento quedó registrado en video y rápidamente se viralizó en redes sociales, generando tanto admiración como debate por los riesgos del deporte extremo.

Durante el salto, Graham realizó una maniobra acrobática típica de esta disciplina noruega, que consiste en mantener el cuerpo extendido el mayor tiempo posible antes de adoptar una posición compacta. Sin embargo, el joven cambió bruscamente a una posición “pike” cerrada justo antes del impacto, lo que provocó un fuerte golpe contra el agua y lo dejó inconsciente.

Pese a la gravedad de sus heridas —fractura de cráneo, vértebra T11, esternón, conmoción cerebral y perforación de un tímpano— logró recuperar la conciencia y, con ayuda, nadó hasta la orilla. Luego caminó más de un kilómetro hasta su vehículo, donde sus amigos lo llevaron de inmediato al hospital. Fue operado y continúa en proceso de recuperación.

Días después del accidente, Graham agradeció el apoyo recibido y aseguró en redes sociales que su objetivo es “reconstruir su cuerpo y volver más fuerte”. No es la primera vez que las cataratas Minnehaha están en el centro de la polémica: en enero de 2024, otro hombre murió tras caer desde 20 metros en el mismo lugar.

El caso ha reavivado el debate sobre los límites del contenido extremo en internet, el culto al riesgo y la responsabilidad individual. Mientras algunos aplauden el coraje de Graham, otros cuestionan la exposición innecesaria a peligros mortales por la viralidad. El dødsing, aunque espectacular, sigue demostrando que no hay margen de error cuando se desafía la gravedad a ese nivel.

Fotografía tomada de: Instagram @philosophyofsend

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