Usuarios de la Nueva EPS en Pereira protestaron por suspensión de servicios de salud
Con pancartas y bajo el lema “¡Por la vida!”, cientos de afiliados de la Nueva EPS se concentraron este jueves 11 de septiembre frente a las oficinas de la entidad en la avenida 30 de Agosto de Pereira. El plantón, convocado por la Asociación de Usuarios (ASUNEPS), buscó visibilizar la crisis que atraviesan más de 40.000 personas afectadas por la suspensión de servicios médicos, la falta de medicamentos y la imposibilidad de acceder a citas con especialistas.
La situación se originó por las millonarias deudas de la EPS con clínicas y prestadores locales. Solo con la Clínica San Rafael la cifra supera los 100.000 millones de pesos, lo que llevó al cierre de servicios hospitalarios. Entidades como Idime y Evedisa también han dejado de atender, impactando de manera directa a pacientes con enfermedades crónicas, en condición de discapacidad y con tratamientos vitales en curso.
Durante la manifestación, los usuarios denunciaron irregularidades como la venta de turnos en las sedes de la EPS y la obligación de pagar a terceros para radicar fórmulas médicas. Personas mayores y pacientes con patologías graves relataron que han tenido que costear por su cuenta medicamentos esenciales como nebulizadores, anticonvulsivos y tratamientos cardíacos. “Esto es una humillación, no hay medicinas ni especialistas, y familias enteras se están quedando sin atención”, expresó uno de los manifestantes.
La crítica situación también golpea a niños en condición de discapacidad, quienes han visto suspendidas sus terapias de rehabilitación y control médico. Madres cuidadoras advirtieron que incluso se han registrado muertes por falta de entrega de fármacos.
Organizaciones sociales y defensores del derecho a la salud acompañaron la jornada, señalando que lo que ocurre en Pereira refleja una crisis nacional del sistema, marcada por retrasos en pagos y deudas entre EPS e IPS.
Los usuarios hicieron un llamado urgente a la Nueva EPS y al Gobierno nacional para que se restablezcan los servicios médicos y se garantice la atención digna, continua y oportuna. “La salud es un derecho, no un privilegio”, coincidieron los asistentes al plantón.





