“Vecino de Cuatro Patas”: fundación de Villamaría que transforma el amor por los animales en acción comunitaria

Con una profunda sensibilidad hacia el bienestar animal y un amor sembrado desde la infancia, Grace Camargo lidera la Fundación “Vecino de Cuatro Patas”, un proyecto que ha venido transformando la vida de los animales callejeros en el municipio de Villamaría y sus alrededores. Inspirada por los valores que le inculcaron su madre, su abuela y su tía, esta mujer ha convertido su sueño de infancia en una causa real, compartida hoy por su familia y por una red de voluntarios.
El nombre de la fundación no es casualidad. “Todos tenemos vecinos, los respetamos y convivimos con ellos. Pero pocas veces somos conscientes de que esos perritos o gatitos que vemos en la cuadra también son nuestros vecinos”, explica Grace. Bajo esta premisa de respeto y empatía, la organización busca crear una comunidad más compasiva, donde los animales también sean considerados parte del tejido social.
La historia comenzó con una perrita que había dado a luz en un potrero del barrio Los Alcázares. Al conocer el caso, Grace y su hermana —quien se ha convertido en su mano derecha— decidieron actuar. Pronto llegaron más reportes de animales en estado de abandono en otros municipios como Risaralda, y así, lo que comenzó como un gesto de ayuda espontáneo se convirtió en un compromiso de vida.
“Vamos a hacerlo en serio”, fue la frase que marcó el nacimiento de la fundación. Hoy, “Vecino de Cuatro Patas” no solo rescata y protege animales, sino que también promueve una nueva conciencia en la comunidad: la de mirar con más ternura al que no tiene voz, al que camina entre la indiferencia, esperando solo un gesto de compasión.
El mensaje de Grace es claro: “Muchas personas ya han tomado conciencia y lo hacen, pero aún hay muchas otras que necesitan meterse en ese chip”. Su labor es una invitación constante a la empatía, una causa que va más allá del activismo y que se ha convertido en un verdadero acto de amor.